La Responsabilidad Social Empresarial es la decisión voluntaria de las empresas de contribuir al logro de una sociedad mejor y un medioambiente más limpio, sin renunciar a sus licitas aspiraciones económicas.
En tiempos de crisis, las empresas disponen de menos recursos. Es por tanto necesario reinventarse e innovar para no dejar de contribuir y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
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Responsabilidad social Empresarial en tiempos de Covid-19
Desde que se declarara la pandemia por el Covid-19, muchas empresas, especialmente de gran tamaño, han sacado su lado más solidario ayudando a paliar parte de los efectos derivados de esta crisis mediante acciones dirigidas a los empleados, colaboraciones con gobiernos en recursos materiales y financieros, o dando soporte en investigación. Es algo que hay que destacar y felicitarnos por ello.
Sin embargo, no ha sido suficiente, pues ha planteado desafíos con impactos negativos en casi todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en los relacionados con el fin de la pobreza, o la reducción de desigualdades. Esta realidad puede dar lugar a un retraso en la erradicación de la pobreza, con gran riesgo de poder incrementarse.
PYME y Responsabilidad Social Empresarial
Y es que cuando hablamos de Responsabilidad Social Empresarial, tenemos la tendencia de fijarnos sólo en las grandes compañías, sin echar cuentas de que la pyme representa el 50% del PIB, a nivel global y el 99,98% del tejido empresarial de nuestro país, generando el 70% del empleo. Por ello, el llamamiento al sector privado para su contribución a los 17 Objetivos de la Agenda 2030, incluye especialmente a este modelo empresarial.
Pero también a la PYME le queda camino por recorrer. En un 78%, no son conscientes del papel que desempeñan, ya que no conocen la Agenda 2030, o solo lo hacen de manera superficial, cuando la alineación con este marco de sostenibilidad, especialmente en estos momentos de crisis, les reportará tanto beneficios como nuevas oportunidades de negocio, que serán claves para la supervivencia de las empresas de aquí a unos años, así como oportunidades de inversión que ofrecen las finanzas sostenibles¹.
1. Red Española del Pacto Mundial. Las empresas españolas ante la Agenda 2030.
Suele darse un desconocimiento de aquello en lo que la PYME ya está siendo responsable sin que se sepan identificar estos comportamientos como socialmente responsables. Como ejemplo, la flexibilidad de horarios, no discriminación, formación de empleados, o reducción del consumo de combustibles, energía o papel, procesos de reciclado de agua, etc.
Otros actores implicados en la Responsabilidad Social Empresarial
El compromiso del Gobierno de España, que apostó por hacer de la Agenda 2030 su proyecto de país y así lo presentó ante la comunidad internacional en el Foro Político de Alto Nivel (FPAN) de las Naciones Unidas el 18 de julio de 2018, con este segmento empresarial, es insuficiente y, en algunas regiones, inexistente.
También tiene un papel importante la ciudadanía, universidades, centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil y demás actores sociales, que deben estar alerta para no caer en la laxitud o adormecimiento por estar en tiempos de pandemia. Debiéramos actuar en un doble plano. El de la exigencia y el de la colaboración desinteresada.
El papel de las alianzas en el ámbito público, privado y de la sociedad civil, es fundamental para alcanzar los metas de los Objetios de Desarrollo Sostenible. Más si cabe en tiempos de crisis, ya que la amplitud y ambición de los ODS pueden hacerlos inalcanzables.